La Mesa del Café - Folklore
publicado en la página webb TODOTANGO
-CAGAZÓN-
rolandomoro 12/10/2014
El Cristóbal Acevedo ocupa un campito de 10 hectáreas hace
más de 30 años. Primero fue su abuelo-el Nemesio-luego su padre y la querida
viejita. Cristóbal vive con la Nicanora y “Tulumba Nigri”, que así dice
llamarse, morocho que llegó del Brasil para bailar en la comparsa “Alegría y
Jarana” y nunca más quiso volver a su tierra. Tulumba junta los caballos y
ordeña las vaquitas para el queso casero.
Un día recibió citación de la justicia por ocupar tierras
fiscales y tuvo que concurrir al ministerio citado. Como diez veces fue a
cumplir con el llamado pero nunca pudo acercarse a un mostrador. Varias cuadras
de cola y gente reunida como enjambre se lo impedían, también los cortes de
ruta que no lo dejaban entrar a la ciudad.
Un día se le ocurrió la idea mirando la tele. Disfrazaría al
Tulumba con barbijo y un gran cartel sobre la cabeza que diga-SOSPECHOSO DE
ÉBOLA-recomendando al Tulumba que no se ría pues su enorme dentadura lo
delataría, y arrancaron. Al llegar al primer corte de carreros que pedían los
dejen entrar a la peatonal de la ciudad pues la intendente se lo impedía. Paró
el viejo ciclomotor frente a las veinte personas que hacían el corte; estos
cuando leyeron el cartel SALIERON RAJANDO AL MONTE, ni el loro que tenía el del
segundo carrito pintado con los colores de boca, quedo en la ruta.
Al llegar a la ciudad había otro corte del movimiento 3 de
setiembre, pidiendo cosas que nadie sabe. Estos eran varios más, como 40
personas. Pasó lo mismo, al leer el gran cartel que tenía el Tulumba en la
cabeza y a quien se le había desacomodado el barbijo-PARECÍA QUE VIERON AL
DEMONIO-a uno lo encontraron 40 cuadras arriba, cerca de la Laguna Arguello,
cuando se detuvo a revisar el celular.
Por fin llegaron al ministerio, un negrito es raro en estos
parajes, pero uno con ÉBOLA-TERRORÍFICO-el desbande fue de órdago, hasta la
“gordita” con los walkman puestos, corría como guazuncho que lo tirotean, no quedó
ni el portero.
Esperó el Cristóbal como dos horas, hasta que asomó la
cabeza un funcionario desde el ascensor, entonces a los gritos le solicitó el
título de su terrenito pues querían irse nuevamente a su rancho. El trajeado
funcionario firmó rápidamente la resolución y se la tiró con una cartera de
plomada, cartera que había dejado una de las tantas secretarias rubias de esa
repartición en la espantada.
Al llegar a su humilde casita en el campo con el Tulumba,
que para entonces se había sacado el barbijo y el cartel de la cabeza, la
Nicanora no podía creer del rápido éxito de la gestión que llevaba como 30 años
de tramites. Esa noche sacrificaron el mejor lechón para celebrar los tres la
resolución tanto tiempo esperada.
Elleale 12/10/2014
Y justo el día 12 de octubre; el famoso día de las
invasiones españolas a las tierras aborígenes del occidente.
EL TULU o EL GRONE...
rolandomoro 15/10/2014
La noticia corrió como reguero de pólvora por toda la
comarca, no solo sus vecinos llegaban a interiorizarse de que forma había
logrado las escrituras de su parcelita, también llegaron de colonias lejanas.
La tenencia de sus tierras siempre fue el gran inconveniente de sus vidas. El
“gallego”, como llaman al CRISTOBAL por su costumbre de utilizar
permanentemente la letra “Z”, costumbre que derivaba de una enfermedad que
sufrió de niño y le agrandó la lengua. Fue la Nicanora quien lo bautizó con ese
seudónimo, aquella vez que en un baile el Cristóbal se le declaró gustoso de
sus volúmenes y la invitó a vivir juntos.
-¿Cuáles son sus pretensiones Cristóbal?-interrogó la
Nicanora
-¡¡ Zere Zu
Zeguro Zervidor Zeñora!!
A Nicanora le pareció gracioso y formal, aceptando la
invitación y fueron a compartir la casita de campo
Luego llegaría el Tulumba, alias “El Tulu” para ayudar en
las tareas de campo.
Con la repentina fama ganada por ambos, llegaron parientes y
vecinos a felicitar y pedir consejos para encarar tan difícil tramite de los
terrenitos. Entre tanta gente que se aproximada, como una procesión a la virgen
o al curandero del pueblo, que aliviaba los calores, dolencias de cintura y problemas
de amor. Llegaron varios parientes del “Tulu” desde Brasil. Allí se enteraron
todos que “Tulumba Nigri” era el nombre de un afamado mago del estado de Paraná
en el vecino país, su nombre verdadero es Edson Arantes do Libramento Das
Garimpeiros, alias “El Groné”, quien para ese tiempo era querido por todos
convirtiéndose en ídolo de muchos en la región.
Fue comentario de sus familiares que el “grone” había
concurrido a un grupo de teatro rural allá en su país de origen. Situación muy
halagüeña pues se acercaban los festejos de la navidad, con la llegada de los
tres magos. Los gauchos y peones, solo querían representar a Gaspar y Melchor,
nadie quería el papel del negro Baltazar. Oportunidad que vino como anillo al
dedo para Tulumba, que en aquel día brilló con luces propias en el pesebre
realizado por la cooperadora de la escuelita. Vendrían luego las actuaciones
como el sargento Cabral (aclarado medianamente con harina), las de Gabino
Ezeiza, del tambor de Tacuarí. El cabildo de 1810, (donde vendía charque y
mazamorra), de soldado en la guerra de la Triple Alianza, de soldado con el
Gral. Roca y varias veces de uruguayo tocando las tamboras y bailando candomblé
Hoy el “tulu” o "grone", como quieran llamarlo,
asegura que nunca más se irá de aquí y que no le preocupa la llegada de varios
colombianos al pago…. ¡¡Son todos truchos!!- repite a cada pregunta que le
formulan.
Veremos que ocurre con el “grone” en próximas entradas
relatando sus actuaciones mientras ordeña vaca y junta los caballos.
LOS ESCRITOS DE ROLANDO
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