La Mesa del Café - Folklore
publicado en la página webb TODOTANGO.Vamos con otro de la saga de destrucción del mundo
rolandomoro 05/08/2015
-LA ÚLTIMA FLOR-
La duodécima guerra mundial, como todo el mundo sabe, trajo el hundimiento de la civilización. Pueblos, ciudades y capitales desaparecieron de la faz de la tierra. Hombres, mujeres y niños quedaron situados debajo de las especies más ínfimas. Libros, pinturas y música desaparecieron, y las personas sólo sabían sentarse, inactivos, en círculos.
Pasaron años y
más años. Los chicos y las chicas crecieron mirándose estúpidamente extrañados:
el amor había huido de la tierra. Un día, una chica que no había visto nunca
una flor, se encontró con la última flor que nacía en este mundo. Y corrió a
decir a las gentes que se moría la última flor. Sólo un chico le hizo caso, un
chico al que encontró por casualidad.
El chico y la chica se encargaron, los dos, de cuidar la flor. Y la flor comenzó a revivir. Un día una abeja vino a visitar a la flor. Después vino un colibrí.
Pronto fueron dos
flores; después cuatro… y después muchas, muchas. Los bosques y selvas
reverdecieron. Y la chica comenzó a preocuparse de su figura y el chico
descubrió que le gustaba acariciarla. El amor había vuelto al mundo.
Sus hijos fueron
creciendo sanos y fuertes y aprendieron a reír y a correr.
Poniendo piedra
sobre piedra, el chico descubrió que podrían hacer un refugio. Muy deprisa toda
la gente se puso a hacer casas. Pueblos, ciudades y capitales surgieron en la
tierra. De nuevo los cantos volvieron a extenderse por todo el mundo.
Se volvieron a ver trovadores y juglares, sastres y zapateros, pintores y poetas, soldados, lugartenientes y capitanes, generales, mariscales y libertadores. La gente escogía vivir aquí o allí.
Pero entonces,
los que vivían en los valles se lamentaban por no haber elegido las montañas. Y
a los que habían escogido las montañas, les apenaba no vivir en los valles…
Invocando a Dios,
los libertadores enardecían ese descontento. Y enseguida el mundo estuvo
nuevamente en guerra. Esta vez la destrucción fue tan completa que nada
sobrevivió en el mundo.
Sólo quedó un
hombre… una mujer… y una flor.
LOS ESCRITOS DE ROLANDO
La Mesa del Café - Folklore
publicado en la página webb TODOTANGO.
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